Milenio Semanal – Vegetarianos

Respuesta vegana:

Primero aparecieron los zacates, después los rumiantes, luego los depredadores de éstos y al final una especie de antropoide superdesarrollado que aprendió a sembrar cereales, a domesticar ganados y a matar a otros depredadores por deporte. Así construyó una civilización que hasta hoy persiste (Describe su versión del pasado). Pero el vegetarianismo considera que el cuerpo es corrupción (¿Dónde ha leído que el vegetarianismo considera que «el cuerpo es corrupción»?… además se contradice con el final de este párrafo). Debe existir una substancia eterna, algo subyacente que no se degrade, algo puro
(¿Dónde ha leído que el vegetarianismo diga esto?…). De ahí la lucha por permanecer inmutables ante el torrente de tiempo que nos arrastra y desbarata, lo que no puede evitarse por más lechuga orgánica que uno coma: la vida implica degradarse, desbaratarse progresivamente (Mezcla ética con degradación del cuerpo. Que el cuerpo se degrade no implica que nuestra ética también deba hacerlo).

Hay quienes dejan de comer carne porque sienten que es más saludable. Otros lo hacen para protestar contra el maltrato a los animales o por el impacto que la ganadería tiene en el medio ambiente. También hay quienes ven algo de místico en el asunto. Otros hacen la carne a un lado porque, de repente, les da asco (Ok, describe varias de las motivaciones del vegetarianismo, en cambio la motivación del veganismo sería ética ¿conocerá el autor la diferencia entre vegetarianismo y veganismo?…). Al final, el vegetarianismo es una reacción cultural en contra de la industrialización (el veganismo es una reacción cultural contra el maltrato a los animales), pero está motivada por la angustia, por el horror ante la muerte (motivada por considerar injusto el abuso de otros animales). La carne, el sacrificio y su consumo conllevan violencia y crueldad y contrastan con este mítico jardín del edén prometido por Dios (El vegetarianismo, como ha comentado al principio del párrafo, tiene diferentes motivaciones además de la religiosa. Se puede estar en contra de crímenes: violaciones de mujeres y niños, robos, maltrato animal, etc… sin que la motivación a ello sea estar esperando el «mítico jardín del edén prometido por Dios»), un sitio donde no existen ni la supervivencia ni la lucha de clases, sólo una especie de éxtasis bizarro donde todos conviven armónicamente (Convivir armoniosamente es, al menos, deseable). Por eso el vegetarianismo es injustificable evolutiva, fisiológica y hasta moralmente, y no hay argumento que lo mantenga vivo en una conversación por más de tres minutos, menos cuando está fundamentado en una creencia metafísica improcedente e inadmisible (La ética del no maltrato a los animales no es metafísica. El autor enumera distintas motivaciones para ser vegetariano, se centra en la motivación religiosa y llega a la errónea conclusión de que como el vegetarianismo está fundamentado en creencias religiosas es injustificable, ignorando todas las demás motivaciones en su conclusión).

Comer carne es cosa del cuerpo y de su fisiología, no una religión, y no es muy distinto a comer hierbas, cereales o frutas: son sólo materiales alimenticios y el cuerpo los procesará todos de igual manera, extrayendo de ellos los nutrientes. Como cocinero, lo importante para mí no es si debemos comer algunas cosas y evitar otras, es cómo combinarlas y prepararlas para sacarles el máximo provecho y obtener un balance nutritivo, estético y delicioso (El autor vuelve a mencionar solo la motivación religiosa. El autor parece defender el canibalismo, igualando el comer carne con el comer hierbas, cereales o frutas, pero supongo que solo se refiere a comer carne de animales que no pertenecen a su especie, está discriminación arbitraria basada en la especie animal es utilizada para poder abusar de otros animales por motivos estéticos y de sabor, ya que las dietas vegetarianas son sanas[1]).

¿Quiere protestar? Póngase un piercing en el clítoris o tatúese un brócoli gigante en la espalda, pero deje que el resto de la humanidad coma carne (Protestamos legalmente en contra del maltrato animal sin necesidad de ponernos un piercing en el clítoris o tatuarnos un brócoli gigante en la espalda, eso no es protestar tan solo es estética o moda). Si les damos por su lado, vamos a terminar con un híbrido monstruoso como en la India, donde consideran a las vacas como sagradas y no se las pueden comer (De vuelta con la motivación religiosa). Déjense de payasadas (Respetar a los animales de otras especies no es una payasada); nuestra civilización ha prosperado y evolucionado gracias a esta simbiosis con el ganado (describe una situación del pasado. También el esclavismo hizo prosperar y evolucionar materialmente a las civilizaciones), y las grandes urbes no podrían existir sin carnicerías (Si el cambio de la sociedad hacia el veganismo es progresivo, la explotación animal también irá desapareciendo progresívamente, reciclándose los puestos de trabajo del sector de la explotación animal hacia otros sectores que generará el propio veganismo: productos sustitutos de los productos animales, nuevas sensibilidades, etc[2]). ¿Se imagina un puesto de tacos vegetariano? Qué horror (Delicioso y respetando a los animales ¿se puede imaginar algo mejor? El horror está en los mataderos).

La gastronomía es una actividad cultural y socialmente importante (La gastronomía puede seguir siéndo importante si fuese gastronomía vegetariana), y no puede dejarse intimidar por alucinaciones y tendencias que nada tienen qué ver con comer bien (Las dietas vegetarianas son sanas[1]). El vegetarianismo no se debate culturalmente, como la tauromaquia o la cinegética: es, en última instancia, una chiflazón ridícula (El maltrato animal está en debate. Ya está entrando en los medios de comunicación masivos y hace décadas que está en las Universidades de medio mundo. Evidentemente en un artículo como el suyo, donde no hay posibilidad de dejar comentarios, no puede haber ningún debate, lo mismo que pasa en los medios de comunicación masivos que únicamente respetan el statu quo e intereses comerciales tradicionales, no les interesa abrir debates sobre temas que pueden perjudicar a sus patrocinadores). Aquí estamos matando animales para comerlos, para sobrevivir (No es supevivencia sino matar a alguien por obtener un sabor) y respetar una dieta que lleva un poco más de un millón de años evolucionando (La apelación a la tradición es una falacia lógica que consiste en afirmar que si algo se ha venido haciendo desde antiguo, entonces es que está bien seguir haciéndolo[3]). ¿Y todo para qué? ¿Para que llegue una manga de tarados masticando clorofila a decir que todo está equivocado y que debemos comenzar de cero? Pues no. Hagan fila y esperen otro millón de años, a ver si la naturaleza los favorece: seguro desarrollan pezuñas (Sí, maltratar animales por gusto es equivocado y deberíamos corregirlo. Seguiremos en nuestro empeño hasta que lo consigamos, aunque tenga que pasar un millón de años al final lo conseguiremos, no le quepa la menor duda).

¿Quiere regresar al bosque, pender de árboles y comer frutos y hojas? Adelante, váyase. Déjenos en paz con nuestra carne asada. (No vamos a parar de protestar por lo que es injusto aquí o allí: maltratar a otros animales por gusto).

Link al artículo: http://semanal.milenio.com/node/955
Vegetarianos. Adrián Herrera 2009-08-02 | Milenio semanal

NOTA: Las descalificaciones e insultos se han puesto en color rojo y suman un total de 4.

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REFERENCIAS

[1] «Las dietas vegetarianas no son sanas».
[2] «Si todos fueramos veganos, ¿de qué vivirían quienes dependen económicamente de la explotación animal?».

[3] «Siempre se ha hecho así, es una tradición y por lo tanto hay que respetarla».

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