ARGUMENTO: “Los animales no razonan, no tienen inteligencia”

RESUMEN: ¿Qué es razonar? ¿los animales razonan? ¿los animales piensan? Éstas son algunas de las preguntas a las que aquí voy a responder.

Razonar consiste en usar la Lógica para llegar a una conclusión válida a partir de unas premisas: razonar consiste en resolver problemas. Por lo tanto podemos comprobar que todos los animales razonan en menor o mayor grado. Además, lo éticamente relevante no es razonar más o menos, sino ser sintiente. Por eso los bebés humanos deben ser respetados, aunque razonen muy poco. Y lo mismo ocurre con quienes no son humanos.

Palabras clave: razonar

 

Razonar

Mostrar historia del reconocimiento de racionalidad en animales no humanos

Historia del reconocimiento de la racionalidad de los animales no humanos

Siglo IV a.C.

Aristóteles (383-322 a.C.) decía en su libro «Física» que todas las sustancias del mundo sublunar son perfectas en sí mismas y tienen que desarrollar su propia finalidad (teleología). Aristóteles diferenciaba en tres categorías a las sustancias vivientes, según el diferente principio de movimiento que decía que las sustancias vivientes tienen en sí mismas:

– Todos los seres vivientes tienen un «alma vegetativa» que les sirve para alimentarse y crecer.
– Todos los animales tienen un «alma sensitiva» (vida psíquica, diríamos) cuya finalidad es desarrollar su actividad vital. De hecho, «animal» proviene del latín anima.
– Todos los humanos y sólo ellos tienen un «alma racional».

Sorprendentemente, estas ideas primitivas han llegado hasta el siglo XXI. Tomás de Aquino (1224-1274), por medio de la Iglesia católica, dio continuidad a estas ideas de Aristóteles, muy presentes en las mentes de creyentes.

Siglo IV

Agustín de Hipona (354-430), conocido por los religiosos como «San Agustín», en su libro «Confesiones» dice lo siguiente:

«Me siento invadido de temor y ardor. De temor, en cuanto soy desemejante a él. De ardor, en cuanto soy semejante a él». —Agustín de Hipona, «Confesiones» sobre los animales

Sin embargo, Agustín de Hipona separó radicalmente a los humanos de los demás animales. En su diálogo «De la cantidad del alma», poniendo como ejemplo a los gusanos, califica a los animales no humanos como autómatas, sin vida. Agustín de Hipona dice que sólo los humanos han sido dotados por «dios» de facultades intelectuales y por lo tanto de vida. El mecanicismo animal defendido por Agustín de Hipona fue recuperado por los religiosos Gómez Pereira (1500-1558) en su «Antoniana Margarita» (1554) y posteriormente por René Descartes (1596-1650). También biológos del siglo XIX como Jacob Loeb, defendieron dicha idea anticientífica.

Siglo XVIII

Benito Jerónimo Feijoo y Montenegro (1676-1764) es considerado el fundador del ensayo filosófico en lengua española y es sin duda el filósofo español más importante e influyente del siglo XVIII. En 1726 comenzó a escribir «Teatro crítico universal» (9 volúmenes, 1726-1740) que contiene obras presentadas en forma de ensayos. En el Discurso noveno del Tomo III de dicha obra, editado en 1729 y titulado «Racionalidad de los brutos», desarrolló toda una teoría de la racionalidad animal. En él, Feijoo formula la siguiente tesis:

«Supuesto esto, arguyo así lo primero. Hay en los brutos acciones que son efectos de alma más que sensitiva: Luego hay acciones que son efectos de alma racional. La consecuencia consta; porque no habiendo en la sentencia común, que impugnamos, más que tres clases de almas, vegetativa, sensitiva, y racional, así como la que fuere menos que sensitiva no puede ser más que vegetativa; la que fuere más que sensitiva no puede menos de ser racional. Pruebo, pues, el antecedente. Hay en los brutos acciones que son más que sensaciones, o de jerarquía superior a las sensaciones: luego son efectos de alma más que sensitiva. Consta también esta consecuencia, porque la causa no puede dar al efecto más de lo que tiene en sí misma; por consiguiente alma que no es más que sensitiva no puede producir actos que sean más que sensaciones».

Hombres y Animales
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En 1739 se publica el libro «Tratado de la naturaleza humana», de David Hume (1711-1776). En el libro primero «Del entendimiento», parte tercera «Del conocimiento y la probabilidad», sección primera «Del conocimiento», sección XVI: «De la razón de los animales», podemos leer:

«Muy próximo al ridículo de negar una verdad evidente se halla el tomarse los más grandes trabajos para defenderla, y ninguna verdad me parece más evidente que la de que los [demás] animales se hallan dotados de pensamiento y razón lo mismo que los hombres. Los argumentos son en este caso tan manifiestos, que no escapan nunca a la atención del más estúpido e ignorante». —David Hume, «Tratado de la naturaleza humana»

Siglo XIX

Friedrich Nietzsche (1844-1900) llegó a decir:

«Creo que los animales ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora, al animal infeliz.» —Friedrich Nietzsche

Sin embargo, el Nietzsche del «superhombre», así como Friedrich Hegel (1770-1831), transmitieron el agustinismo luterano que inspiró a los propietarios de esclavos y a los nazis, que calificaban a otros humanos como «infrahumanos» o como «no humanos», auto concediéndose así el falso derecho para dominarles.

(…Iré añadiendo más información…)

 

1. Algunas personas no saben qué es razonar.

Los animales razonan porque resuelven problemas Razonar es usar la Lógica para llegar a una conclusión válida a partir de unas premisas: razonar es resolver problemas. Por lo tanto podemos comprobar que, en menor o mayor grado, el razonamiento está presente en todos los seres sintientes. Por ejemplo, un animal no humano razona cuando actúa de acuerdo a esta idea: «si hay comida sobre la mesa y quiero comerla entonces debo subir a la mesa»; independientemente de que se razone con palabras o con imágenes. Y ser más o menos inteligente tiene que ver con la profundidad del razonamiento, por ejemplo optimizando la manera de resolver el problema.

Incluso el procedimiento de prueba y error necesita de un razonamiento básico: si lo que hacemos no resuelve un problema entonces debemos intentar resolverlo de otra manera.

2. Algunas personas dicen que «quienes no son humanos no razonan (no son inteligentes)».

Por ejemplo, según René Descartes (1596-1650): «La razón o el juicio es la única cosa que nos hace hombres y nos distingue de los animales». Estas personas no suelen aclarar a qué se refieren con «razonar», pues si lo aclararan entonces podríamos realizar una prueba a cada humano y a cada animal no humano para comprobar si cada uno de ellos puede razonar o no. Si no se define claramente en qué consiste «razonar», y por lo tanto cómo se comprueba, entonces no se puede afirmar que un ser puede razonar o no.

Razonar es buscar soluciones a problemas. Si no se usa la falacia ecológica[1] entonces comprobamos que existen animales no humanos que razonan más que bebés humanos, más que niños, más que algunos humanos con deficiencia intelectual, más que algunos seniles, etc. La ciencia reconoce que los animales no humanos también razonan:

Mostrar Estudios sobre razonamiento en animales no humanos

Estudios sobre razonamiento en animales no humanos

Ronald GriffinEn 1978, Ronald R. Griffin (1915-2003), profesor emérito de Comportamiento Animal en la Universidad de Rockefeller, creó la Etología cognitiva. La Etología cognitiva sugería que los animales no humanos podían tener la capacidad de pensar y de razonar, y que dichas capacidades podían ser estudiadas como «procesos mentales», lo cual era un tabú para la ciencia de aquellos días. Griffin sostenía que los animales no humanos no son autómatas sino que son seres pensantes, aunque puedan pensar en cosas completamente distintas y de forma completamente diferente a los humanos. Tal afirmación la hacía a tenor de la gran complejidad y adaptabilidad del comportamiento de los animales no humanos: el complejo comportamiento de recolección de alimentos de los chimpancés, las inteligentes técnicas de pesca de las garzas, etc.

Walter Russell Brain (1895 – 1966), una de las figuras más importantes en neurología, dijo lo siguiente sobre la mente de los animales no humanos[2]:

«Personalmente no encuentro ninguna razón para conceder que mis iguales, los humanos, tienen mente, y negárselo a los animales… Al menos, no puedo dudar de que la relación entre los intereses y actividades de los animales y su conciencia y sentimientos es similar a la que existe en mi propio caso, y que, por lo que yo sé, hasta puede ser igual de intensa.»  —Walter Russell Brain, neurólogo.

El gran biólogo Charles Darwin (1809 – 1882) dijo[1]:

«No hay diferencia fundamental entre el hombre y los mamíferos superiores en cuanto a sus facultades mentales». (…) «hay un intervalo mucho mayor en potencia mental entre uno de los peces más primitivos como la lamprea, y uno de los grandes simios que entre un simio y un hombre.» —Charles Darwin, biólogo.

LOS ANIMALES MÁS INTELIGENTES [3]

Según Edward O. Wilson, biólogo de comportamiento o etólogo (científico que estudia el comportamiento de los animales no humanos), los diez animales que suelen presentan mayores niveles de inteligencia junto a los animales humanos son los siguientes:

  1. Chimpancé (dos especies)
  2. Gorila
  3. Orangután
  4. Babuino (siete especies, incluido el dril y el mandril)
  5. Gibón (siete especies)
  6. Monos (muchas especies, especialmente los macacos, el mono patas, y el macaco negro crestado)
  7. Odontocetos (varias especies, especialmente la orca)
  8. Delfín (muchas especies, aproximadamente ochenta)
  9. Elefante (dos especies)
  10. Cerdo (se estima que tienen una inteligencia superior a la de un niño de 3 años)

Otros animales muy inteligentes son la ballena beluga o ballena blanca.

ESTUDIOS DE INTELIGENCIA ANIMAL

– El 22 de julio se publicó el estudio «Animal logics: Decisions in the absence of human language», sobre la racionalidad en los animales no humanos. Shigeru Watanabe and Ludwig Huber. Received: 26 May 2006 / Accepted: 22 July 2006 / Published online: 15 August 2006. Anim Cogn (2006) 9:235–245 DOI 10.1007/s10071-006-0043-6

INTELIGENCIA EN AVES

– La inteligencia de las palomas.
– La inteligencia de los cuervos.

La inteligencia de los loros

El kea (nombre científico Nestor Notabilis) es una especie de ave psitaciforme de la familia de los loros. Es de hábitos nocturnos y vive sólo en las montañas de Nueva Zelanda de la Isla Sur. Es el único papagayo que puede vivir en semejante clima, ya que sus parientes suelen ser todos de regiones tropicales. El kea es uno de los animales más inteligentes del mundo. Este papagayo es capaz de resolver situaciones y problemas complejos que ni los chimpancés pueden resolver.

El Kea quizá sea el loro mas inteligente
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Otros estudios sobre inteligencia en aves

– En 1984, por R. Epstein y colaboradores en la universidad de Harvard establecieron que pichones bajo condiciones controladas evidenciaban una capacidad similar de discernimiento: Movieron una caja justo bajo un plátano suspendido de tal manera que lograron atrapar el plátano al treparse en ella (10).

«Arithmetic in newborn chicks». Rosa Rugani, Laura Fontanari, Eleonora Simoni, Lucia Regolin and Giorgio Vallortigara. Proc. R. Soc. B published online 1 April 2009. doi: 10.1098 / rspb.2009.0044

«Grey parrot numerical competence: a review». Irene M. Pepperberg. Received: 30 June 2005 / Revised: 23 June 2006 / Accepted: 27 June 2006. Anim Cogn. DOI 10.1007 / s10071-006-0034-7

INTELIGENCIA EN MAMÍFEROS

– La inteligencia de los cerdos.
– La inteligencia de las cabras y de las ovejas.
– La inteligencia de los bóvidos.

La inteligencia de los primates

Koko (1971-2018) fue un gorila de 136 kilos al que se enseñó el lenguaje de los signos y que aprendió a la perfección más de mil signos y entendiendo varios miles de palabras en inglés. En los exámenes del cociente de inteligencia humano (C.I.) puntuaba entre 70 y 95, con lo que se encuentra en la categoría de aprendizaje lento, pero no de retraso. Otro gorila hembra llamada Lana obtuvo en las pruebas de cociente de inteligencia humano (C.I.) una puntuación de 85.[4]

– Según publicó recientemente la revista Science, un grupo de expertos del Instituto Birbeck de Psicología, de la Universidad de Londres, Gran Bretaña, parece demostrarse que los bebés de ocho meses son capaces de percibir los objetos del ambiente de la misma forma en que lo hacen los adultos. Los investigadores mostraron a bebés de seis a ocho meses diversas formaciones de figuras pequeñas del conocido juego Pacman. Anteriormente habían realizado la misma experiencia con adultos, obteniendo que, entre éstos, el mirar esas figuras provocaba un notable aumento de la actividad cerebral. Idénticos patrones fueron observados en los bebés de ocho meses al realizar el experimento. Por debajo de seis meses no se detectaron cambios.[5]

– Según un estudio del Instituto de Investigación de Primates de la Universidad de Kyoto (Japón) realizado por el profesor Tetsuro Matsuzawa, los chimpancés jóvenes tendrían una memoria de corto plazo superior a la de estudiantes universitarios.

La increible memoria a corto plazo de los chimpances
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– Maugard, A., Wasserman, E. A., Castro, L., & Fagot, J. (2014). «Effects of training condition on the contribution of specific items to relational processing in baboons (Papio papio)». Animal Cognition.

– En 1998, Brannon y Terrace demostraron que los monos rhesus eran capaces de ordenar números de manera ascendente. Primero se les mostró el orden de los números del 1 al 4 y luego se les mostró en desorden los números del 5 al 9. Ellos lograron ordenar los números del 5 al 9 de manera creciente lo cual evidencia que tienen la noción de ascendencia numérica al menos del 1 al 9. [8]

– En 1917, el etólogo W. Kohler demostró que un chimpancé hambriento y sin haber recibido entrenamiento era capaz de apilar un grupo de cajas de manera que lograra alcanzar una manilla de plátanos que estaba colocada a una altura demasiado alta como para poder alcanzarlo de otra manera.[7]

La inteligencia de las ratas

«Rational rats». Nicola Clayton & Anthony Dickinson. Department of Experimental Psychology, University of Cambridge, Downing Street, Cambridge CB2 3EB, UK. e-mail: [email protected] Volume 9 | Number 4 | April 2006 Nature Neuroscience.

La inteligencia de los perros

Un ejemplo que si bien no constituye un estudio científico sistemático, es bastante ilustrativo:

Un perro fue entrenado de tal manera que cuando atrape a un sospechoso no lo dañe sino sólo lo sujete del brazo fuertemente hasta que venga el policía a arrestarlo. Solamente debía morderlo en caso que el sospechoso ofrezca resistencia. En su primer día de «trabajo» el perro debía atrapar a dos delincuentes entonces ellos pensaron que si corrían en direcciones opuestas se librarían del perro ya que no podría correr en ambas direcciones a la vez. Entonces el perro corrió tras uno de los delincuentes y le hirió su pierna gravemente de tal forma que no pueda escapar. Luego de esto fue a perseguir al segundo y lo sujeto del brazo sin dañarlo como se le había enseñado. El perro nunca había sido aleccionado para enfrentar una situación similar [9, 10].

 

Ética e irracionales

3. Algunas personas dicen que «si alguien no razona o razona poco entonces es éticamente correcto explotarle y matarle».

Libro Forgotten CrimesPor ejemplo, Aristóteles (384 a.C – 322 a.C.) en su libro «Política» (1252 a-b) justifica la esclavitud apelando a la capacidad de razonar: «La naturaleza, teniendo en cuenta la necesidad de la conservación, ha creado a unos seres para mandar y a otros para obedecer. Ha querido que el ser dotado de razón y de previsión mande como dueño, así como también que el ser capaz por sus facultades corporales de ejecutar las órdenes, obedezca como esclavo…». Curiosamente, el mismo Aristóteles fue quien creó la expresión «animal racional» para referirse a los humanos. Posteriormente, Immanuel Kant (1724-1804) dijo que todos los humanos son racionales porque son agentes morales/éticos. Sin embargo, según esta definición de «racional», los niños pequeños, los humanos con diversidad intelectual y otros humanos no serían racionales. Debido a dicha definición de «racional», Kant consideró erróneamente que quienes no son humanos no razonan, e infirió erróneamente que «si alguien no razona entonces no es un fin en sí mismo, sino un medio para un fin, por lo que es éticamente correcto explotarlo y matarlo para satisfacer a los “seres racionales”».

El libro «Morals, reason and animals», escrito por Steve F. Sapontzis, argumenta extensamente contra la idea de que la capacidad de razonar deba ser considerada éticamente importante y también examina las consecuencias que se siguen de asumir ese error.

En un artículo anterior demostré que el deber ético se origina de los intereses que todos los seres sintientes tenemos.[3]

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