Relación entre lo éticamente correcto/incorrecto y el deber

 

El deber ético

En este artículo pretendo aclarar brevemente la relación que mantienen lo éticamente correcto y lo éticamente incorrecto, con el deber ético.

Siempre es importante que tengamos presente la diferencia entre «lo que es» y «lo que debe ser». Por ejemplo, la diferencia entre «existen asesinatos» y «no deben existir asesinatos». La primera expresión describe la Realidad. En cambio, la segunda expresión exige cambiar esa Realidad, que es el ámbito del que se ocupa la Ética.

La Realidad es que cuando a alguien le hacen algo que no quiere que le hagan frustran su interés, y nadie quiere que frustren sus intereses. Por eso frustrar los intereses de alguien es, en menor o en mayor medida, hacer el mal. «Hacer mal a alguien» es lo mismo que «hacer algo éticamente incorrecto a alguien», es un hecho objetivo, describimos la Realidad.[1]

Siguiendo con el mismo ejemplo. Existen los asesinatos, y asesinar es hacer el mal a alguien, asesinar es éticamente incorrecto, pero ¿por qué no deben existir asesinatos?… ¿por qué debemos cambiar esa Realidad?… En otro artículo explico cómo se infiere lógicamente la Regla de Oro de la Ética: A priori, los intereses no deben ser frustrados[2], o lo que es lo mismo: A priori debemos comportarnos de manera éticamente correcta, es decir, a priori no debemos hacer lo éticamente incorrecto. La Regla de Oro es una Realidad lógica, no es una creencia: la Ética es la ciencia del deber a priori. Por ejemplo, a priori, no debemos asesinar a nadie, decir lo contrario es ilógico, es absurdo.

Matar a quien quiere seguir viviendo es hacer un mal a alguien, es decir, es éticamente incorrecto, por lo tanto a priori no debemos hacerlo, excepto si estimamos que no hacer ese mal tendrá como consecuencia un mal mayor para el avance de la Ética(1). Dicha idea es el «Principio del Mal Menor», y es la esencia del marco normativo consecuencialista: omitir una acción también nos hace responsables de sus consecuencias.[3] Por ejemplo, si un individuo se pone a disparar indiscriminadamente a la gente, será menos malo que le disparen, incluso que le maten, que elegir que siga causando víctimas.

La conclusión que sacamos es que, a priori, el deber ético se corresponde con lo éticamente correcto, pero no siempre, pues a veces debemos «mancharnos las manos», a veces debemos hacer cosas que objetivamente son éticamente incorrectas(2), desgraciadamente.

 

Notas:

(1) El avance de la Ética consiste en, como la Regla de Oro indica, reducir la frustración de intereses, teniendo en cuenta la jerarquía de los mismos[4] y teniendo en cuenta la solidez del avance.
(2) Al aplicar el Principio del Mal Menor se usan estimaciones, por lo tanto existe la posibilidad de equivocarnos al hacer una estimación y en tal caso también seremos responsables de las consecuencias.

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