MALTRATO: Caza y pesca

Cazador asesina a un niño en Sudáfrica

Quien dice que «los humanos deben ser respetados porque son humanos» no está dando ninguna razón, está defendiendo una ética hueca, pues ya sabemos que los humanos son humanos, que los blancos son blancos y que los hombres son hombres. La razón por la que un humano debe ser respetado es porque tiene una conciencia, gracias a la cual puede sentir, sufrir y disfrutar; por lo tanto tiene intereses respecto a dichas experiencias que deben ser éticamente considerados.[1] Quienes no son humanos deben ser respetados exactamente por esa misma razón. Discriminar a alguien porque es una determinada especie es especismo.[2] El especismo es una discriminación arbitraria que sigue el mismo patrón que siguen todas las discriminaciones arbitrarias, como lo son el racismo, el sexismo, etc. La caza y la pesca maltratan a los demás animales, por lo tanto cazar y pescar es éticamente incorrecto. La caza y la pesca deben ser éticamente rechazadas e ilegalizadas.

Introducción a la caza y a la pesca

La caza, o para que suene más bonito «actividad cinegética», es la práctica que tiene como objetivo matar a quien no es humano en su hábitat (aunque la «caza» de humanos también es una práctica que está al orden del día). Los cazadores cosifican a sus víctimas llamándolas «piezas» o «trofeos». La pesca es una modalidad de caza en el mar.

Existen tres tipos de caza, pero todos ellos producen dolor, muerte y agonía: la caza mayor (corzo, cabra montesa, rebeco, argüí, muflón, jabalí, etc.), la caza menor (liebre, conejo, etc.) y la caza volátil (perdiz, codorniz, patos, etc.). En España, las víctimas más comunes de caza menor son la perdiz roja, el conejo y la liebre, y las víctimas más comunes de caza mayor son el venado, el jabalí y el corzo.

Algunos humanos cazan por supervivencia, ellos pertenecen a culturas primitivas o viven en paises pobres, pero con la ayuda de países veganos podrían vivir de manera ética, respetando a quienes no son humanos. Los cazadores de los países desarrollados se divierten matando a quienes no son humanos, tanto que incluso pagan por ello. Este hecho demuestra que los cazadores, además de especistas, tienen una total falta de empatía hacia el sufrimiento de sus víctimas, comprobable también al leerles en sus foros de Internet. También es un hecho constatable que a los cazadores les gustan las armas y usarlas.

Algunos cazadores incluso dicen que cazar, es decir, matar a quienes no son humanos, es un deporte.

Otros cazadores dicen que es necesario cazar para gestionar las poblaciones de quienes no son humanos, lo cual no es cierto.

En España, más del 90% del territorio nacional es coto de caza. Algunas figuras públicas son o fueron cazadores, por ejemplo: Adolfo Suárez Illana (político), Baltazar Garzón (juez), Cayo Lara (político), Francisco Álvarez-Cascos (político), Jesulín de Ubrique (torero), Juan Carlos I (rey), Letizia Ortiz, Muamar el Gadafi, Norma Duval (vedette), Mariano Fdez. Bermejo (político), Manuel Fraga (político), Miguel Delives (novelista), Patxi Andión (cantante), etc. Conoce más aquí

Producir sufrimiento a alguien es éticamente incorrecto porque frustra su interés básico de no sufrir, lo cual lleva erróneamente a algunos a afirmar que «matar a alguien sin sufrimiento es éticamente correcto». Matar a alguien sin sufrimiento frustra su interés en disfrutar, por lo que también es éticamente incorrecto. La caza y la pesca son actividades que, además de matar, producen grandes sufrimientos a quienes son sus víctimas.

Cepos de caza.

Perro víctima de un cepo en Valencia (España)

Un perro es víctima de un cepo de cazadores

Los cepos de caza están prohibidos en muchos países, pero aún siguen utilizándose. Cuando el cepo es activado éste se cierra rápidamente y con gran fuerza, atrapando la extremidad del animal, lo cual le causa graves daños e incluso su amputación cuando el animal intenta escapar [ver vídeo].

Las trampas llamadas de «atrape sin heridas» capturan a los animales con una caja que hace que las víctimas entren en pánico por el fuerte ruido y al verse encerradas en un pequeño espacio, entonces se mueven violentamente y se hieren a menudo de gravedad a causa de ello, pasan sed y hambre durante horas, a menudo durante días, a la espera de que un cazador les de muerte.

El ruido que producen los disparos de la caza en el bosque.

El ruido de los disparos ocasiona a quienes no son humanos un gran estrés y modifica su rutina alimenticia, necesaria para almacenar la grasa que necesitarán en invierno.

Heridos por disparos.

Jabalí herido por un disparo

Un jabalí huye herido por un disparo

Es habitual que quienes son alcanzados por un disparo o por una flecha no mueran en el acto. Muchos animales heridos escapan por el bosque con el cuerpo destrozado, las vísceras colgando o los huesos rotos, huyendo de los cazadores. Con frecuencia terminan muriendo horas o días más tarde a consecuencia de las heridas.

Un estudio británico sobre la caza de ciervos encontró que 11% de los venados matados por cazadores murió solamente después de recibir dos o más disparos, y que algunos ciervos heridos sufrieron durante más de 15 minutos antes de morir. Al veinte por ciento de los zorros heridos por cazadores se les dispara nuevamente, el 10% logra escapar, pero «la inanición es un destino probable» para ellos, de acuerdo con un veterinario.

Un miembro de la Alianza Bowhunters de Maine estima que el 50% de los animales a los que se les caza con ballestas son heridos, pero no matados. Un estudio a 80 venados de cola blanca identificados con un collar de radio marcaje, encontró que de los 22 ciervos a quienes les habían disparado con «equipos de arco y flecha tradicional», 11 resultaron heridos, pero no recobrados por los cazadores.

¿Tradición y amor por la Naturaleza? Caza es ASESINATO!
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La caza tiene otras víctimas colaterales. Caballos, vacas, perros, gatos, excursionistas y otros cazadores son heridos e incluso mueren debido a los disparos de la caza.

La caza lanzada

El «tiro skeet», también llamado «tiro al plato» o «hélice», «tiro al platillo» o «tiro al vuelo», es una de las principales competencias de tiro deportivo y es considerado como uno de los deportes olímpicos contemporáneos. Sin embargo, existe una modalidad de tiro en la que en lugar de lanzar platos al aire para dispararlos, se lanzan aves vivas, principalmente a palomas (pigeon) y a codornices (quail): la caza lanzada. A las palomas también se las llama pichón y a las codornices también se las llama «doradas» porque hace muchos años se disparaba a la codorniz dorada.

La caza lanzada se origina en 1790 en Reino Unido, donde fue prohibida en 1922. Existen varias modalidades de caza lanzada: la lanzada de paloma y codorniz a brazo (hand throw) llamada «colombaire», la lanzada a tubo y la lanzada a máquina (wing shooting) o a caja (una caja a fondo de pista que se abre y salen volando las víctimas).

Tiro del pichón, asesinato de palomas

Existen campeonatos locales, provinciales, a nivel de comunidad autónoma, nacional e internacionales. Existe el Campeonato Europeo, del Mundo, de las Américas y de África. Unas 250.000 palomas y 200.000 codornices son matadas en campeonatos puntuables en España, a las que se suman las matadas en tiradas de entrenamiento y de ocio.

Por la prohibición sin excepción del tiro de pichón, #MaltratoAnimal #MarcaEspaña Campaña2-2015
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El tiro de pichón y prácticas violentas similares, como palomas a brazo, codornices a máquina, etc. van en contra de las leyes de protección animal y código penal de nuestro país. Como el que hace la ley hace la trampa, las administraciones autonómicas que prohíben estas prácticas añaden una cláusula de excepción que finalmente se materializa en permitir y financiar esta masacre de animales.

En la Comunidad de Madrid (España) hay tres campos de tiro, el de Villarejo de Salvanés, el de Aranjuez y el de Somontes en pleno corazón de la ciudad; este último con su propia granja de cría de palomas y codornices. Cada fin de semana se masacran miles de palomas en ellos, a pesar de que la «Ley 1/1990 de Protección de los Animales de la Comunidad de Madrid», en su artículo 4.3, prohíbe «en todo el territorio de la Comunidad de Madrid la lucha de perros, la lucha de gallos de pelea, el tiro pichón y demás prácticas similares». [Fuente: acabemosconelmaltratoalaspalomas.com]

El sufrimiento y matanza que produce la “pesca deportiva“

La pesca es maltrato animal

La pesca es maltrata a los peces, haciéndoles sufrir

Hay personas tienen una visión idílica de la mal llamada «pesca deportiva», al relacionarla con lo rural y con la tranquilidad. Suele escucharse decir a los pescadores que los peces no sufren al ser pescados, pero la realidad es que en la «pesca deportiva», como en cualquier tipo de pesca, se causa un gran sufrimiento a quienes son sus víctimas.

Una vez están fuera del agua, las branquias de los peces a menudo colapsan y sus vejigas natatorias pueden incluso ROMPERSE a causa del cambio repentino en la presión. El anzuelo que usan las cañas de pescar atraviesa la boca de los peces, la cual es una de sus partes más sensibles. A veces el anzuelo también es tragado, desgarrándoles por dentro. Muchos de los peces que son devueltos al río o al mar mueren debido a las heridas y a estar agotados. Estudios demuestran que muchos peces que son capturados y luego soltados de nuevo en el agua sufren tan graves trastornos psicológicos que mueren por la conmoción. También ocurre que cuando los humanos atrapan y manipulan a los peces, la cobertura protectora en sus cuerpos es alterada; esto los hace más vulnerables frente a los predadores cuando son liberados de nuevo en el agua.

Joaquin Phoenix se está ahogando
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La pesca también causa sufrimiento y muerte a quienes usa como cebo para pescar. Gusanos, pececillos de río y otros peces pequeños son generalmente utilizados como cebo clavándoles el anzuelo a través de su lomo, sus labios, o incluso sus ojos.

Caza con perros

Puedes conocer el maltrato animal de la caza con perros visitando este artículo: «MALTRATO ANIMAL: Caza con galgos y con otros perros».

La caza y la pesca contaminan el medio ambiente

Quienes defendemos la Ética defendemos el medio ambiente porque al contaminarlo o dañarlo podemos violar el derecho a la salud y a la vida de quienes viven en él. Nos oponemos a la caza porque asesina a los demás, independientemente de que contamine poco o mucho.

En cambio, los antropocentristas ecologistas defienden la caza y sólo condenan algunas prácticas de la caza. Por ejemplo, estas declaraciones de López de Uralde[1] y de Jacques-Yves Cousteau[7]:

«No, no pensamos abolir la caza, pero si perseguir prácticas muy dañinas como el uso de venenos, o de artes de caza no selectivas o las vallas cinegéticas.» —Juantxo López de Uralde, Equo

«La cura real para nuestros problemas ambientales es entender que nuestra labor es salvar a la Madre Naturaleza. Nos enfrentamos a un formidable enemigo en este campo. Los cazadores… convencerlos de dejar sus armas en la pared va a ser muy difícil.» —Jacques-Yves Cousteau

La mayoría de los pesos usados en la pesca son de plomo. Los perdigones que contienen los cartuchos que disparan los cazadores son de plomo, por lo que estos se van acumulando en el suelo.

Quienes más frecuentemente sufren el plumbismo son las aves acuáticas que viven en humedales en los que se lleva practicando la caza desde hace años. Los patos y gansos ingieren estos perdigones porque los confunden con los pequeños cantos que necesitan comer para facilitar la molturación y la digestión de los alimentos que consumen.

Cartucho con balines de plomo usado para cazar

El plomo es un metal pesado, por lo que puede permanecer en el medio ambiente durante cientos de años sin desintegrarse. Si el plomo es ingerido éste queda acumulado en el organismo, lo cual va produciendo una enfermedad llamada plumbismo o intoxicación por plomo. Los perdigones se van degradando y el plomo se va absorbiendo por el organismo, apareciendo como primeros síntomas los problemas digestivos que se asocian a diarreas que luego pasan a síntomas nerviosos como la pérdida de equilibrio, convulsiones, estado de coma y finalmente la muerte. Los animales intoxicados no suelen morir por el pumblismo, pues son presa fácil de zorros y rapaces, acumulándose de esta manera el plomo en la cadena alimenticia. Por esta razón el plumbismo es conocido como «la enfermedad invisible».

En 2005 se publicó en la Revista Española de la Salud Pública un estudio titulado «¿Es el plomo empleado en deportes (caza, tiro y pesca deportiva) un problema de salud pública infravalorado?», de los investigadores Raimon Guitart y Vernon G. Thomas. Según el estudio, en España hay 1,5 millones de cazadores aproximadamente que disparan unos 200 millones de cartuchos disparados cada año, provocan la dispersión en el medio ambiente de cerca de 6.000 toneladas de plomo.

La caza es una excusa para adquirir armas de fuego

Algunas personas aprovechan la existencia de licencias de armas de caza para poder montar en su casa un pequeño polvorín.

– En España, las armas automáticas están prohibidas por considerarse armas de guerra al igual que ciertos calibres 223 win, .50 etc., pero algunas armas retiradas del servicio en las Fuerzas Armadas salen a la venta como armas deportivas. Un ejemplo de esto es el Cetme clase C. Es totalmente legal poseer un Cetme clase C, puede ser perfectamente guiable con licencia de caza y/o licencias tipo F y tipo E. El Cetme está recamerado en la factoría de Santa Barbara a 307 Win.(7.62×51) En lugar del 308 Win (el 7.62×53 NATO) ya que que el 308 solo está permitido su uso en rifles de acción manual, ni automáticos ni semi-automáticos.

– En 2009, se publicó en España un estudio acerca de la violencia hacia mujeres en ese país. El 58% de las víctimas habían sido atacadas o muertas por escopeta de caza, y los agresores -en su mayoría esposos o amantes- contaban con un permiso de caza.

La venta y posesión de armas de fuego para uso civil debería estar prohibida.

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«La piedad es siempre igual, ya se experimente por un hombre o por una mosca. En uno u otro caso, el hombre accesible a la piedad abandona el egoísmo y siente mejor las satisfacciones morales de la vida. He aquí por qué el hombre debe particularmente apreciar toda piedad que experimente por cualquier ser viviente. Apenas apunta este sentimiento por un motivo fútil, hay que dejarle crecer y no ahogarlo.

El hombre que comprende toda la importancia moral de la piedad, no retrocederá ante el temor de que sus manifestaciones puedan hacerle parecer ridículo a los ojos de los demás. Nada le importa que, soltando un ratón cogido en la ratonera, provoque las burlas o la desaprobación, puesto que sabe que no tan sólo ha salvado de la muerte a un animal que anhelaba vivir, sino que ha dejado manifestarse el sentimiento de la compasión, y ha dado así un paso hacia la era superior del amor universal que, no teniendo límites, le libra de la muerte y le identifica con la vida.

Los cazadores obran de un modo diametralmente opuesto; no una sola vez por casualidad, sino siempre, ahogando en sí el precioso sentimiento de la caridad. Es poco probable que entre los cazadores haya uno solo que no experimente, una vez por lo menos, algo de piedad por sus víctimas, pero siempre trata de dominar tal sentimiento considerándolo como una debilidad. Así se aplasta, apenas nacida, la flor de la piedad, que, creciendo, haría desarrollarse el sentimiento más elevado y perfecto del amor. En este constante suicidio moral estriba el mal peor de la caza.

Mírese como se quiera, la caza es un acto estúpido, cruel y pernicioso para el sentimiento moral. No es extraño, pues, que además de su maldad para con los animales, los cazadores manifiesten en sus mutuas relaciones sentimientos no menos egoístas: el amor propio exagerado, la vanidad, la mentira, la envidia, la malevolencia. Todo cazador que analice imparcialmente sus impresiones de caza, convendrá en ello.» —León Tolstói, filósofo y ex-cazador

El famoso asesino en serie Jeffrey Dahmer (1960-1994) contaría cómo, cuando iba de pesca con su padre, le gustaba abrir en canal a los peces y ver cómo morían. A los diez años empezó a torturar a todo tipo de animales que cazaba en el bosque cercano a su casa. Una vez muertos, coleccionaba sus huesos. Tenía en formol varios tipos de insectos.

ALTERNATIVAS ÉTICAS A LA CAZA Y A LA PESCA

Es posible disfrutar plenamente del campo, de los bosques y de las montañas sin perjudicar a nadie, dando un paseo, sacando fotografías, escalando, paintball, etc.

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2 Comments

  1. Mosquero 6 septiembre, 2019
    • Leonardo 16 noviembre, 2019

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